Ahh que bonito es lo bonito, carajo.
Y es que despues de casi dos meses de no verla, por fin hoy salí con Blanca. Ni la había visto, ni habíamos hablado por el teléfono ni nada. Hasta ayer, que milagrosamente, su celular estaba prendido. Me dijo poco, y como que se andaba escondiendo de sus padres, por que me hablaba susurrando las palabras pero me dijo que me había extrañado y que su celular se había descompuesto. Pero poco importó, porque me dijo que podriamos salir mañana (léase Hoy mismo). Y yo, pues loco de contento casi brincando (infantil, lo admito). Pero hay que ver: No era algo de todos los días últimamente.
Así que hoy por la mañana me levante inusualmente temprano (sorprendiendo a la autora de mis dias) y decidí salir pronto de mi hogar con rumbo hacia lindavista, donde Blanquita vive. La vi y Oh! my god, simplemente hermosa. No pude mas que abrazarla y decirle lo mucho que la extrañaba. Decirle muchas de esas cursilerías que solo me salen cuando estoy con ella, creándonos un ambiente por lo demas acaramelado. La vi feliz, me dijo lo propio y me dijo que si no había llamado no era por ella, sino por la mala suerte de habérsele fregado el celular. Y yo, super feliz, ni siquiera me importó. Fuimos a Starbucks, a tomar un café. Aclaro: Me caga y recontra odio el café del Starbucks por lo que había sugerido ir mejor al cine de la plaza Torres Lindavista, como de costumbre. Pero no, dijo que no quería ir a lo mismo de siempre y cogió un berrinche de campeonato. Y ahí me tienen, fresa y emburguecido en el rejodido Starbucks del dichoso Parque Lindavista (Mucho mas lejos que nuestros rumbos habituales, reitero). Lo cual fue un contraste muy bueno, imaginenme con mis viejos y despintados jeans Levi's, mis converse mugrientos (que no rotos), y una playera negra con la imagen del Sub-Comandante Marcos en el frente y un fragmento de la declaración de la selva lacandona en el reverso, mientras tomaba renuentemente mi café americano. Aunque pensandolo mejor, había algunos mas Wannabe que yo: Odio el Starbucks porque hasta los que trabajan ahí se sienten snobs y burgueses.
Pero en fin, despues del rato que pasamos en aquel cafetín, sugerí que por lo menos fueramos al cinemark de la mencionada plaza (ODIO los cinemarks), pero me dijo que mejor quería ir a caminar. Y ahi fuimos por aquellos caminos nada romanticos de la magdalena de las salinas y anexas, hasta que llegamos al hospital, y ahi por fin decidió la caprichosa fémina que nos sentaramos un poco, en una explanada. ¿Que decir? La besé, nos besamos, pero eso ya desde antes. Derramamos litros y litros de miel y nos pusimos bieeen cursis. Pero eso es aparte, lo importante fue que estuvimos juntos. Se nos fue el tiempo en el hospital, no se bien cuanto tiempo pasamos hablando de nosotros, de lo que habiamos hecho en este tiempo y de todo lo que haríamos una vez de regreso en la escuela. Nos fuimos mientras anochecía, y terminamos en una oscura calle cerca de su casa, donde le dimos libre expresión a nuestras manos y dejamos que la lujuria se apoderara de nosotros por unos instantes, justo antes de despedirnos.
Me fuí, dejándola una cuadra antes de su casa, despues de haberle deseado un buen inicio de año y haberle preguntado si podia llamarla. Me dijo que ella me llamaría, y me retire estúpidamente feliz, mientras la veía entrar en su casa ya de noche. De verdad que la extrañaba.
Y así, el segundo día de un bloguero que está muy feliz y al que ya no le preocupa que nadie lea esto.
PD: Blanca se mostró divertida ante mi decision de hacer un blog. Me pidió la dirección y me prometió revisarlo en cuanto tuviera acceso a su computadora (porque tiene virus). Así que al menos tendré una lectora.
PD: Ahh, Blanca es mi novia.
Y es que despues de casi dos meses de no verla, por fin hoy salí con Blanca. Ni la había visto, ni habíamos hablado por el teléfono ni nada. Hasta ayer, que milagrosamente, su celular estaba prendido. Me dijo poco, y como que se andaba escondiendo de sus padres, por que me hablaba susurrando las palabras pero me dijo que me había extrañado y que su celular se había descompuesto. Pero poco importó, porque me dijo que podriamos salir mañana (léase Hoy mismo). Y yo, pues loco de contento casi brincando (infantil, lo admito). Pero hay que ver: No era algo de todos los días últimamente.
Así que hoy por la mañana me levante inusualmente temprano (sorprendiendo a la autora de mis dias) y decidí salir pronto de mi hogar con rumbo hacia lindavista, donde Blanquita vive. La vi y Oh! my god, simplemente hermosa. No pude mas que abrazarla y decirle lo mucho que la extrañaba. Decirle muchas de esas cursilerías que solo me salen cuando estoy con ella, creándonos un ambiente por lo demas acaramelado. La vi feliz, me dijo lo propio y me dijo que si no había llamado no era por ella, sino por la mala suerte de habérsele fregado el celular. Y yo, super feliz, ni siquiera me importó. Fuimos a Starbucks, a tomar un café. Aclaro: Me caga y recontra odio el café del Starbucks por lo que había sugerido ir mejor al cine de la plaza Torres Lindavista, como de costumbre. Pero no, dijo que no quería ir a lo mismo de siempre y cogió un berrinche de campeonato. Y ahí me tienen, fresa y emburguecido en el rejodido Starbucks del dichoso Parque Lindavista (Mucho mas lejos que nuestros rumbos habituales, reitero). Lo cual fue un contraste muy bueno, imaginenme con mis viejos y despintados jeans Levi's, mis converse mugrientos (que no rotos), y una playera negra con la imagen del Sub-Comandante Marcos en el frente y un fragmento de la declaración de la selva lacandona en el reverso, mientras tomaba renuentemente mi café americano. Aunque pensandolo mejor, había algunos mas Wannabe que yo: Odio el Starbucks porque hasta los que trabajan ahí se sienten snobs y burgueses.
Pero en fin, despues del rato que pasamos en aquel cafetín, sugerí que por lo menos fueramos al cinemark de la mencionada plaza (ODIO los cinemarks), pero me dijo que mejor quería ir a caminar. Y ahi fuimos por aquellos caminos nada romanticos de la magdalena de las salinas y anexas, hasta que llegamos al hospital, y ahi por fin decidió la caprichosa fémina que nos sentaramos un poco, en una explanada. ¿Que decir? La besé, nos besamos, pero eso ya desde antes. Derramamos litros y litros de miel y nos pusimos bieeen cursis. Pero eso es aparte, lo importante fue que estuvimos juntos. Se nos fue el tiempo en el hospital, no se bien cuanto tiempo pasamos hablando de nosotros, de lo que habiamos hecho en este tiempo y de todo lo que haríamos una vez de regreso en la escuela. Nos fuimos mientras anochecía, y terminamos en una oscura calle cerca de su casa, donde le dimos libre expresión a nuestras manos y dejamos que la lujuria se apoderara de nosotros por unos instantes, justo antes de despedirnos.
Me fuí, dejándola una cuadra antes de su casa, despues de haberle deseado un buen inicio de año y haberle preguntado si podia llamarla. Me dijo que ella me llamaría, y me retire estúpidamente feliz, mientras la veía entrar en su casa ya de noche. De verdad que la extrañaba.
Y así, el segundo día de un bloguero que está muy feliz y al que ya no le preocupa que nadie lea esto.
PD: Blanca se mostró divertida ante mi decision de hacer un blog. Me pidió la dirección y me prometió revisarlo en cuanto tuviera acceso a su computadora (porque tiene virus). Así que al menos tendré una lectora.
PD: Ahh, Blanca es mi novia.
1 comentario:
POES TA WENA LA ENTRADA...
SE LO K SE SIENTE ESO..DE NO SABER NADA DEL SER AMADO...ES FEO...WENO PARA MI LO ES XQ LUEGO ME EMPIEZO A MALVIAJAR BIEN GACHO....
EN FIN NO SE K SEAS DE IAVAN...PERO TA WENO EL BLO...
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